domingo, 9 de marzo de 2008

La Depresión y la Luz

La depresión generalmente se clasifica en términos de gravedad como leve, moderada o severa. El médico puede determinar el grado de la depresión y de acuerdo con esto se plantea la forma como se debe tratar. Los síntomas de depresión abarcan:

* Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño
* Cambio dramático en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso
* Fatiga y falta de energía
* Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa inapropiada
* Dificultad extrema para concentrarse
* Agitación, inquietud e irritabilidad
* Inactividad y retraimiento de las actividades usuales
* Sentimientos de desesperanza y abandono
* Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio

La baja autoestima es común con la depresión, al igual que los arrebatos repentinos de ira y falta de placer en actividades que normalmente hacen feliz a la persona, incluyendo la actividad sexual.

Las concentraciones de serotonina, una sustancia química cerebral que se halla en pocas cantidades en las personas deprimidas, también disminuyen durante los meses fríos y nublados en las personas sanas, según investigadores.

Estos hallazgos indican que el trastorno afectivo estacional (SAD, por sus siglas en inglés), una recurrencia regular regular de depresión durante el otoño y el invierno, está causada por una disminución en las concentraciones de serotonina en el cerebro de personas susceptibles, dijo a Reuters Health el autor principal Gavin Lambert del Instituto de Investigación de Corazón Baker en Melbourne, Australia.

Los pacientes con SAD con frecuencia mejoran al colocarse bajo una luz brillante, una técnica conocida como fototerapia. Se sabe poco sobre cómo actúa la fototerapia, pero Lambert y su equipo descubrieron que aumentan las concentraciones de serotonina en el cerebro en días con períodos más prolongados de luz de sol, independientemente de la estación. En consecuencia, indicó que la luz brillante puede alentar el estado de ánimo al activar las neuronas, o células nerviosas, que contienen serotonina, aumentando así las concentraciones de la sustancia química en el cerebro.

"Parecería que, por nuestros resultados, (la) condición bien puede deberse a una reducción en la actividad neuronal de la serotonina cerebral y que la terapia con luz brillante puede servir para aumentar la actividad de las neuronas cerebrales (productoras) de serotonina", dijo.

"Sigue siendo un estigma unido con SAD y enfermedad mental en general, agregó Lambert. "Tenemos la esperanza de que nuestros resultados animarán de alguna manera a las personas, ya que hay una razón biológica subyacente a su condición".

Durante el estudio, publicado en una edición reciente de la revista The Lancet, Lambert y su equipo realizaron pruebas en muestras de sangre obtenidas en diferentes momentos del año de los vasos sanguíneos procedentes directamente del cerebro en 101 hombres sin antecedente de depresión.

Los investigadores descubrieron que la actividad de neuronas que contenían serotonina era más baja cuando se determinaba durante los meses de otoño e invierno, y más alta en la primavera y el verano, las estaciones con los períodos diarios más prolongados de luz solar.

Con base en estos hallazgos, "parecería que la luz del sol de alguna manera activa estas neuronas en el cerebro que contienen serotonina", dijo Lambert en una entrevista, haciéndolas que liberen más serotonina en el cerebro.

Además, los investigadores hallaron que las muestras obtenidas durante días especialmente soleados, en cualquier estación, invariablemente revelaban mayor actividad de las neuronas de serotonina que las tomadas en los días más nublados. "la concentración de serotonina cerebral está relacionada directamente con la intensidad de luz solar en el día de la prueba", explicó Lambert.


La depresión por falta de luz solar (trastorno afectivo estacional) es un problema que generalmente ocurre durante los meses en que hay menos luz del sol. No hay forma de curar el problema, pero sí es posible controlarlo. Además, generalmente mejora en la primavera, cuando hay más horas de luz. Algunos de los síntomas principales son: sentirse deprimido, tener menos energía y apetecer ciertos alimentos (tener antojos). Si nota que le dan esos síntomas en el invierno, piense en probar lo siguiente:

* Salga al sol lo más posible. Protéjase la piel; lo que importa es que la luz del sol llegue a los ojos.
* Vaya de vacaciones a un lugar soleado.
* Haga ejercicio con regularidad, ya sea afuera o bajo techo, cerca de una ventana por donde entre el sol.

Depresión leve o una depresión mayor, las siguientes medidas de cuidados personales pueden ayudar:

* Dormir bien
* Consumir una dieta nutritiva y saludable
* Hacer ejercicio regularmente
* Evitar el consumo de alcohol, marihuana y otras drogas psicoactivas
* Involucrarse en actividades que normalmente le dan felicidad, incluso si no siente deseos de hacerlo
* Pasar el tiempo con familiares y amigos
* Intentar hablar con clérigos o consejeros espirituales quienes pueden ayudar a darle sentido a experiencias dolorosas
* Pensar en la oración, meditación, tai chi o bioautorregulación como formas de relajarse o sacar a flote las fortalezas interiores
* Agregar ácidos grasos omega-3 a la dieta, los cuales se pueden obtener del pescado de agua fría como el atún, el salmón o la caballa
* Tomar folato (vitamina B9) en forma de un suplemento multivitamínico (400 a 800 microgramos)

La depresión se puede originar por:

* Alcoholismo o drogadicción
* Eventos en la infancia como maltrato o rechazo
* Estrés crónico
* Muerte de un amigo o familiar
* Una desilusión en el hogar, en el trabajo o en la escuela (en los adolescentes, por ejemplo, puede darse por la ruptura de relaciones con el novio o la novia, perder una materia o el divorcio de los padres)
* Medicamentos como tranquilizantes y antihipertensivos
* Enfermedades como hipotiroidismo (baja actividad de la tiroides), cáncer o hepatitis
* Deficiencias nutricionales (como falta de folato y ácidos grasos omega-3)
* Pensamientos demasiado negativos acerca de uno mismo y la vida, culparse a sí mismo y fracaso con las habilidades para resolver problemas sociales
* Un dolor prolongado o tener una enfermedad grave
* Problemas de sueño
* Aislamiento social (común en los ancianos)

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